SOBERBIA - Santaflow

No quiero socializar, no estoy de ánimo,

pero en la barra de un bar me encuentro un sábado.

Perdido en mi celular parezco plácido,

fuera, la noche está en paz, dentro hay relámpagos.

Hoy el sabor me da igual, yo busco el bálsamo,

pido otra copa que aún no pesan los párpados,

odio a la gente vulgar armando escándalo,

¿qué habré venido a buscar con estos bárbaros?

Observo a mi alrededor y predomina un hedor,

chusma que busca anestesia para escapar del dolor,

y cada fin de semana, ahogados en el licor,

hacen que vidas vacías parezcan algo mejor.

Sólo la banalidad supera la realidad,

o ayuda a sobrellevarla para tratar de ignorar,

lo que incomoda, lo que molesta,

eso que el necio arrogante siempre viene a recordar.

Y así me ven...

porque observo más atento actos,

porque las palabras casi nunca traen verdad,

hablan del tiempo mas no de sus defectos,

entro donde sólo el soberbio se atreve a entrar.

Y así me ven por querer ir más adentro,

por no tapar con mentiras el sufrimiento,

porque en la superficie sólo encuentro aburrimiento,

excepto si lujuria se apodera de mis centros.

Desde mi rol, busco inspiración en la plebe,

que cumple su función si logro escribir algo breve,

me vanaglorio pensando en cuánto he logrado,

hoy, como un vampiro, he salido a buscar ganado y,

me encapricho con una salvaje,

embriagado por esa mezcla de perfume y maquillaje,

ella me observa mientras le da un sorbo a su brebaje,

“tienes suerte, chica, serás alguien con quien me distraje”.

Yo ...

Yo, que surqué el cielo tantas veces,

me aclamaron tantas otras al aterrizar,

yo, que le dí nombre a tantos hombres,

y que luego amablemente les mandé a volar,

yo, que puedo hacer que mi palabra,

llegue a cientos de miles en un minuto nada más,

yo, que pude derrotar al más duro rival,

que volverá y que resultó ser nada menos que yo.

Mi nombre, antaño un rumor, hoy es una invasión,

muchos se inspiran en mí, me llaman ídolo,

muchas quisieran sentir adentro mi pasión,

sé lo que quieren de mí, yo quiero dárselo.

Me despreciaron por raro y vencí a mi debilidad,

me hice a mí mismo de cero, hoy soy un líder de acero,

nadie ha podido ahí afuera bajarme del pedestal,

solo una voz que hay adentro me hace temblar ...

Tú, que crees ser un mejor hombre que tu papá,

y con tu edad ni un hogar aún pudiste pagar,

tú, que por cruzar el mar y actuar te crees especial,

pero en tu tierra nunca te quisieron, por algo será,

tú, qué quieres ser estrella y no eres ni la sombra,

de los grandes que de niño quisiste imitar,

tú te ves menos vulgar que éstos que están en el bar,

pero aquí estás, sólo que tú no lo sabes disfrutar.

Eres un fraude ¿no puedes ver cuánto?

muchos de los que desprecias llegaron más alto,

y se te acaba el tiempo, tic tac, tic tac, ...

¿Dónde vas a llegar ya con cuarenta y tantos?

Te haces viejo, tú ya no eres aquel chico fresco,

no serás mejor de lo que fuiste ni de lejos,

tus obras más aclamadas son por la polémica,

¿cómo sienta verse así de crudo en el espejo?

Has perdido masa muscular y has cogido peso,

tienes mala cara y sabes que eso es un reflejo, pues,

tu vida sana ahora es más laxa,

tu disciplina ya no es tanta, no, vivir te cansa,

todo te cuesta mucho esfuerzo, no descansas,

has llegado a abusar del alcohol para poder dormir,

¿te has parado a pensar en tu insomnio y en qué lo causa?

mala conciencia, la decadencia conduce a mí.

Estás estancado, tu empresa no crece,

si no sabes dirigir, eso es lo que mereces,

si tú crees que sí, estás alejado de la realidad,

ahora no te va tanto la lógica ¿verdad?

Tu mano de hierro te falla, se caza una mosca mejor con la miel,

a tí te falta corazón y quien lidera bien, lidera con él,

por eso no sirven tus charlas, no inspiras a nadie cuando hablas,

no valen ya tus enseñanzas, se van con el viento, igual que un papel.