Afuera llueve, como si nada;
y los paraguas son desfiles de medusas
desplazándose al azar como si nada.
Una sirena, de policía,
se une a la fauna persiguiendo algún delito como ha sido y lo será hasta el infinito.
Sí no estás tú, si no estás tú,
no cambia nada.
La misma renta a fin de mes,
el mismo idiota en la TV,
el cenicero, el clima afuera,
la corrupción y la tertulia en los cafés.
Sí no estás tú, si no estás tú,
no cambia nada, nada de nada.
Vendrá otra vez el carnaval
y las finales de fútbol,
los reyes magos, navidad
y algún político a mentir sobre el futuro.
No cambia nada, nada de nada.
El río irá bajando al mar
y estará el sol en su lugar.
Por cada noche habrá otro día,
por cada sueño, pesadilla.
Y habrá mentira y tertulia en los cafés.
Sí no estás tú, excepto yo, no cambia nada.
Afuera escampa, como si nada;
y hay un olor a historia vieja, naftalina, mal café y tierra mojada.
Sí no estás tú, si no estás tú, no cambia nada, nada de nada.
Vendrá otra vez el carnaval
y las finales de fútbol,
los reyes magos, navidad
y algún político a mentir sobre el futuro.
No cambia nada, nada de nada.
El río irá bajando al mar
y estará el sol en su lugar.
Por cada noche habrá otro día,
por cada sueño, pesadilla.
Y habrá mentira y tertulia en los cafés.
Sí no estás tú, excepto yo, no cambia nada.